Elena Gil ha desarrollado su trabajo desde la representación figurativa, siempre asomándose más allá de la ventana para mostrarnos su muy particular visión
del paisaje natural y urbano. Así, sus PAISAJES son más que nada atmósferas, explorados desde la relación entre la ventana y el muro, desde ADENTRO.
En sus paisajes urbanos, Elena Gil explora la relación entre la VENTANA y el MURO, entre adentro y afuera. El MURO, permite al hombre protegerse del medio ambiente
y definir un espacio interior y otro exterior. Las VENTANAS, son los huecos en el muro, permiten ver hacia afuera y hacia adentro, relacionan el interior con el exterior. Las grandes fachadas de cristal son en sí mismas ventana y muro. Ahora el MURO es también VENTANA, es vitrina, reflejos y transparencias.
En su serie REFLEJOS URBANOS, Elena Gil nos presenta la ciudad reflejada y distorsionada sobre las fachadas de cristal; es la visión del paisaje urbano desde la dimensión arquitectónica. En su serie VITRINAS, nos acerca a la escala humana del paisaje urbano; en ellas se funden –¿o confunden?– en transparencias y reflejos las dinámicas del exterior y del interior.
Adentro y afuera son inseparables, son complementarios.